soy un pobre diablo porque
me levanto y llego como sea
intacto al otro día para estirarme
a seguir pulseando
cómo pagar un cuarto
y cómo tributar mil dólares
inevitablemente externos al nacer
sin ser ingeniero estoy
al filo del terreno a punto de patear
el tablero porque no hay
hacia dónde escapar
con mi arroz cochino
en medio de la estampida mundial
del privilegio de no ser carroña
bajo el terror de Mobutu
de Albert II de Clinton de Chirac
ni chancro de la casta de la pústula
donde las bombas revelan a la Reina
y el sionismo despelleja
o el Estado extermina
niños de Brasil para que luego
no le exploten en la cara cuando
un montón de pobres diablos
nos organicemos otra vez
en todas partes
y otra vez
nada nos detenga