Bello como un tomate como una fruta
empolvado en su día hormigueando
mientras llueva piedras sobre un pueblo
se respire azufre y acaso después
sigamos siendo topos
ágil entre las puertas pero viejo
como herramienta de manufactura
rotula parajes con espejos de mimbre
recoge el tramo el pétalo que deja
más joven en su plaza
o hermosa como yegua como ají
como tren en blanco y negro.